A raíz de la gran contaminación que sufren las playas en general de América Latina, ha surgido una de esas ideas que sin saber realmente en qué país nació, se adoptó como por arte de magia por ¨eco-surfistas¨ de varias naciones del continente.
La elaboración de tablas de surf siempre ha ido de la mano con calificativos de alta complicidad, precisión y mucho tiempo invertido. Y no hay duda alguna, que para lograr construir un tablón flotante se necesita mucho más que las ganas de hacerlo.
Sin embargo, como respuesta al costo que implica elaborar este instrumento, sumado al movimiento (que cada vez es más fuerte) por limpiar las playas contaminadas, se ha ideado una forma de construir tablas de surf con materiales reciclados.
Hablamos de materiales básicos como botellas de plástico, tubos PVC, pegamento y hielo seco (para hacerlas más resistentes y que puedan flotar mejor).
Se dice que este invento inició gracias Jairo Lumertz y Carolina Scorsin, un par de surfistas que, preocupados por la gran cantidad de basura generada en las playas de Brasil, decidieron integrar sus dos amores (surf y ecología) para motivar la educación ambiental.
Así nació “Projeto Prancha Ecológica” en Brasil, donde se produjo una tabla hecha con botellas de plástico elaborada por niños de la comunidad.
Hoy en día el proyecto busca recorrer todas las localidades cercanas a playas en Brasil con el fin de reciclar las botellas y hacer más tablas.
Así como este proyecto, existen muchos otros similares alrededor del continente americano, por ejemplo, en Chile hace poco menos de un año se inauguró el equipo de tablistas de plástico, donde se enseña tanto la fabricación de la tabla, como el deporte en sí.
En Perú, se imparten clases gratuitas de surf en playas Waikiki y Makaha de Miraflores, que buscan sensibilizar a veraneantes sobre el cuidado ambiental.
Ellos han sustituido sus típicas tablas, por las plásticas, de esta forma, parados sobre el reciclaje, buscan subirse a la ola del cuidado ambiental.
Para una tabla de surf regular se utilizan 41 botellas; para una paddleboard se necesitan 73 botellas aproximadamente).
