“…… ¿Surfeas? ¿Estas seguro? ¿Te has visto? si pesas por lo menos una tonelada y no eres Rubio, ni ojos azules, no te pareces nada a las fotos de las revistas, ni los videos”
Esto podría ser una historia real, ¿Quien no se ha visto prejuzgado por no cumplir los parámetros establecidos?, por no seguir los cánones de belleza que según parece debemos tener todos los que practicamos Surf.
Vivimos en una sociedad que cada vez sigue más lo que dicen, las redes sociales, todo es imagen, tan guapo/a eres tan vales. Las marcas venden una imagen, y no todo vale.
El año pasado saltaba a la palestra el caso de Silvana Lima, surfista brasileña a quien su sponsor no le convencía porque según él “No estaba demasiado buena”, tuvo que dedicarse a criar perros para poder hacer el Circuito Mundial
¡Basta Ya! de prejuicios y de juzgamiento, déjanos que hagamos Surf, ya seamos altos bajos, gordos o flacos, con cuerpo de Barbie con con curvas. ¿Quien eres tú para impedirme que disfrute de mis olas?
Jimbo Pellegrine es un caso de estos, seguro que si lo vieras caminando hacía la playa con su tabla de Surf, pensarías “Donde va este” seguro se te escaparía una sonrisa.
Pero Jimbo surfea mejor que tu y que muchos, y a pesar de sus kilos, te puede dar la sesión, con reentries poderosos, haciéndose tubos y destrozando las olas con una sonrisa.
Por desgracias muchos chicos y chicas, adolescentes, siguen los estándares establecidos por las grandes marcas, y harán lo que sea para parecerse a sus ídolos. Sin recordar que ellos son profesionales, que viven de ello, y que el entrenamiento es parte de su vida.
Una vida sana es importante, comida saludable, deporte y descanso tienen que ser los pilares, pero si para conseguir ese cuerpo de revista tienes que sufrir tanto que llegues a enfermar, créenos, no merece la pena.